El Banco Mundial está listo para asistir a Venezuela, un miembro y accionista de la institución, si el Gobierno pide ayuda para abordar una severa crisis económica, dijo el principal ejecutivo de la entidad para América Latina.

Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo a Reuters en una entrevista a última hora del lunes que el banco no ha hecho acuerdos con Venezuela desde que Caracas pagó en el 2008 los préstamos pendientes cuando era presidente el fallecido Hugo Chávez.

No obstante, agregó que las autoridades del banco han hecho constante seguimiento este año a la creciente escasez de alimentos y medicinas, en la medida en que el país exportador de petróleo se hunde en una profunda recesión y se han registrado violentas protestas.

El prestamista multilateral estaría listo para desarrollar un programa de préstamos para Venezuela, pero necesitaría ser “invitado” por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, destacó Familiar.

“Así como se hace con todos los accionistas de la institución, si surgiera la situación, estaríamos dispuestos a involucrarnos con Venezuela”, dijo Familiar.

“Lo que necesitaríamos es que ellos nos convocaran”, añadió.

Si bien el Fondo Monetario Internacional (FMI) usualmente juega el rol de prestamista a gobiernos con problemas de pagos, el Banco Mundial ha asistido a algunos países exportadores, como Perú, golpeados por menores ingresos ante la caída de los precios de las materias primas.

Venezuela marcó la diferencia en las últimas previsiones económicas del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, divulgadas el martes, en las que pronosticó un crecimiento regional positivo del 1,5 por ciento en el 2017 de la mano de un fin de la recesión en Brasil y Argentina. En el 2016 se evidenció una caída regional de cerca del 1 por ciento.

El Banco Mundial pronosticó un decrecimiento de la economía venezolana del 3,1 por ciento en 2017, luego de hundirse un 12 por ciento en 2016. E

stimó que el país petrolero comenzará a recuperarse en el 2018, con un crecimiento de 0,6 por ciento en medio de mejores precios del crudo, pero muy por detrás del repunte regional de alrededor del 2,5 por ciento para ese año.