Una de las características principales de los emprendedores es que son personas con una alta motivación, es decir con una pila muy cargada; sin embargo, también se descargan.

De acuerdo con los expertos, la motivación es algo así como una cosa rara que surge desde el interior de una persona con la fuerza suficiente para impulsarla a realizar lo necesario para culminar un sueño.

Es como el combustible de esa maquinita emocional que el ser humano llama corazón (nada que ver con el órgano muscular que tenemos los seres humanos en el pecho). Es una anormal energía que te hace sentir que te inflas como pavo real cuando estás convencido(a) que puedes alcanzar tus objetivos.

En pocas palabras, la cosa rara, el combustible de la máquina emocional y esa energía anormal son la pila de tu vida. Y tal como pasa con una pila, la motivación se termina o disminuye con el paso del tiempo, así que es necesario buscar nuevas fuentes de energía para que tu motivación no se descargue por completo y te desplomes.

Una de las características principales de los emprendedores es que son personas con una alta motivación, es decir con una pila muy cargada; sin embargo, también se descargan. Por ello es importante contar con fuentes que te ayuden a mantener esa energía constante o recargarla cuando andes bajo de motivación.

Personalmente, las películas son una de mis fuentes de recarga de motivación. Por supuesto que, si a ti te sirve ver Mi villano favorito, adelante. El objetivo es que te vuelvas a inflar como pavo real, que vuelvas a sentir esa cosa rara que te impulsa, que una vez más te llenes de ese combustible que impulsa tu corazón.

Si tú eres emprendedor siempre necesitarán una recarga extra de motivación para consolidar esa empresa que iniciaste o que estás por arrancar, así que hoy te compartiré tres películas que en lo personal considero adecuadas para recargar la pila cuando la motivación empiece a decaer o ya esté por los suelos.

1. RUDY, RETO A LA GLORIA

 

Es la historia de Daniel Eugene Ruettiger, “Rudy”, un joven que tenía dislexia, que no era nada brillante (académicamente hablando), era de baja estatura y delgado, era pobre y su primera opción de vida era ser minero, como su padre. Sin embargo, él persiguió el sueño de su vida como pocos. A pesar de que tenía todo en su contra, el combustible de su máquina emocional lo llevó a cumplir el máximo sueño de su vida: jugar futbol americano con los Irlandeses Peleadores de la Universidad de Notre Dame. Aunque sólo estuvo un par de jugadas dentro del campo -apenas unos segundos-, su dedicación, perseverancia y esfuerzo lo colocaron como una leyenda del futbol americano colegial en los Estados Unidos.  Actualmente, Daniel Eugene Ruettiger es uno de los motivadores más conocidos en el planeta. Incluso ha estado en México inspirando a muchos con su vida.

2. CIELO DE OCTUBRE

 

Es la historia de un joven y sus amigos que lograron superar el futuro que tenían casi predeterminado como trabajadores de una mina de carbón en Coalwood en Virginia del Oeste, en los Estados Unidos. Casi todos los hombres del pueblo terminaban trabajando de mineros, pero Homer Hickam tenía muy claro que no quería ese empleo en su futuro. La motivación para no terminar en la mina la encontró una noche de octubre, cuando todos en el pueblo estaban pendientes del cielo nocturno para observar el paso del satélite ruso Sputnik. Esta experiencia activó esa energía anormal que lo llevó a convencer a tres de sus amigos a fabricar cohetes. Tras varios accidentes -algunos peligrosos- e incidentes con los cohetes, los jóvenes fueron obligados a abandonar su proyecto y Homer tuvo que trabajar en la mina. Sin embargo, esa energía motivadora seguía empujando a este joven, quien decidió continuar con los cohetes. Homer y sus amigos desarrollaron un proyecto con el que ganaron una feria nacional de ciencias, con lo que obtuvieron becas universitarias, algo prácticamente inalcanzable para un hijo de un minero. Homer finalmente no fue minero, sino científico de la NASA.

3. EN BUSCA DE LA FELICIDAD

 

Es la historia de Chris Gardner, un hombre afroamericano en la ciudad de San Francisco, California, que invirtió todos sus ahorros en la compra de escáneres de densidad ósea portátiles que pensó podría vender rápidamente y con una buena ganancia. Esta mala inversión llevó a su familia a una severa crisis, causando la separación de su esposa. Esta crisis dejó a Chris al cuidado de su hijo, pero sin ingresos y sin casa. Él y su hijo tuvieron que dormir en albergues para indigentes e incluso en un baño público en el metro. Un día, al andar por la calle, conoció a un corredor de bolsa con un increíble auto deportivo, a quien le preguntó en qué trabajaba. Así es como decide buscar una oportunidad en una casa de bolsa, sin pago, pero con la posibilidad de convertirse en corredor de bolsa. Chris estudiaba por las noches en los albergues y en el día trabajaba intensamente para conseguir el puesto que era disputado por otros 19 aspirantes. Chris desarrolló una habilidad para conseguir clientes valiosos; lo que le valió para ser contratado. Luego de este episodio en su vida, Chris Gardner creó su propia empresa de corredores de bolsa, la cual vendió años después en una cifra multimillonaria. Hoy, este hombre es un reconocido conferencista, filántropo y apasionado emprendedor.

Como puedes ver, se trata de historias reales, de personajes de carne y hueso como tú y yo. Personas que encontraron en algún punto de sus vidas la fuente que activó esa cosa rara que llamamos motivación.