Tener una franquicia no es para los débiles. La idea de ser tu propio jefe aunada a los costos de abrirla y las obligaciones extra de unirte a un negocio, puede provocar ciertos temores.

Antes de apostar por adquirir el uso de una marca franquiciada, toma en cuenta estos miedos comunes en los franquiciatarios potenciales al unirse al esquema:

1. Perder tu dinero
Se necesita de valentía para escribir un cheque para pagar la cuota de franquicia y firmar el contrato. Y si tu franquicia necesita un local físico, también requerirá que firmes un contrato de alquiler.

Con tanto dinero puesto sobre la mesa antes de abrir el negocio, muchas personas se preocupan de haber tomado una decisión incorrecta y de perder sus ahorros. Y la realidad es que están en lo correcto: podría ocurrir, podrían perder su inversión y equivocarse.

Una forma de prevenir el error de elegir la marca incorrecta es asegurarte que eres adecuado para esa franquicia. Define si tus habilidades profesionales, personalidad y presupuesto están alineados con la marca en la que estás interesado invertir.

Tip: He descubierto que las personas que hacen su tarea desde el inicio del proceso de compra de franquicia y durante él, terminan incrementando sus probabilidades de éxito. Así que investiga.

2. No tener clientes
Comúnmente, cuando abres una franquicia, tienes una celebración de apertura, un evento diseñado para mostrar tu nuevo negocio. Muchas veces a ella asisten medios de comunicación, algunos líderes locales y uno que otro cliente que observa con atención tu nuevo y brillante local. Hay un ambiente de emoción en el aire: sencillamente sabes que funcionará.

Hasta que el sentimiento de novedad pasa y el flujo de los días comienza a alentarse. Pasan un par de semanas en las que sólo uno o dos clientes te visitan. Empiezas a asustarte; ¿qué pasará si no puedo pagar la renta? ¿O las nóminas?

La realidad es que tu negocio experimentará periodos lentos: Es completamente normal. De hecho, es muy extraño ver una nueva franquicia que abra y esté llena todo el tiempo.

Tip: El famoso autor británico Lee Child dijo: “debes esperar lo mejor, y planear para lo peor”. Éste debe ser un mantra para los empresarios. Necesitas planear tener periodos lentos. Por ello es importante que cuentes con fondos de respaldo o de emergencia para que puedas lidiar con los gastos. Sólo así no será tan temible la época en que el negocio esté lento.

3. El franquiciante fracase en el negocio
Aunque es poco común que el franquiciante fracase, a veces ocurre. ¿Pero esto significa que deberías temer que también te pasara a ti? La respuesta: Depende.

Por ejemplo, si estás interesado en convertirte en franquiciatario de un concepto nuevo (cualquier concepto menor a los dos años) te sugiero que hables sobre la posibilidad de bancarrota con tu abogado antes de firmar el contrato.

Esto no se debe a que un franquiciante novato tenga más probabilidad de fracasar, sino porque al ser jóvenes aún no tienen mucha experiencia ni récord. Así que es probable que no puedas hablar con muchos franquiciatarios como parte de tu investigación de la marca (cuando sea posible, recomiendo hablar con al menos de 10 a 15) debido a que el sistema es muy joven.

Ten en mente que también hay cadenas ya establecidas que han caído en bancarrota, por lo que nada es seguro en este esquema (como en ningún otro).

Tip: Asegúrate de investigar lo más posible. Si existen, habla con franquiciatarios actuales de la marca y observa modelos de negocio comparables para ver cómo funcionan. También no olvides consultar con profesionales, incluyendo abogados, para estar seguro de que conoces todas las ramificaciones del negocio y las responsabilidades del franquiciante en caso de que fracase.

Adquirir una franquicia puede parecer algo temible. Pero si planeas con antelación y previenes estas situaciones puede ser el mejor modelo para convertirte en empresario.

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