El fabricante de automóvilesTesla acaba de presentar una nueva versión del Model S -P100D-, capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 2,5 segundos, y dotado de una autonomía eléctrica de 613 kilómetros. La compañía liderada por Elon Musk pisa a fondo el acelerador, pero no son pocos los analistas que opinan que sus proyectos circulan a velocidad de vértigo sobre terreno poco firme.

Entre los muchos proyectos de este visionario sudafricano (28 de junio de 1971) figura la compañía SpaceX, de la que es director ejecutivo. Se dedica a desarrollar y producir lanzaderas espaciales, porque una de sus obsesiones es enviar cohetes a Marte. Antes, en 1999, Musk confundó PayPa, el sistema de pagos en línea más gran del mundoEntre los muchos proyectos de este visionario sudafricano (28 de junio de 1971) figura la compañía SpaceX, de la que es director ejecutivo. Se dedica a desarrollar y producir lanzaderas espaciales, porque una de sus obsesiones es enviar cohetes a Marte. Antes, en 1999, Musk confundó PayPa, el sistema de pagos en línea más gran del mundo

Algunos expertos no acaban de ver claro el negocio: ¿Constituye un valor sólido que anticipa el futuro? O, por el contrario, ¿es una burbuja que puede pinchar a medio plazo? Lo cierto es que el fabricante norteamericano acumula pérdidas -291 millones de dólares en el segundo trimestre, el doble que hace un año- y su deuda sigue engordando. Sin embargo, los inversores aún parecen confiar en Tesla, quizá por el carisma de su fundador y consejero delegado, Elon Musk. Sus proyectos, anunciados con amplificador mediático, permitieron que la compañía se revalorizara en Bolsa un 50% desde los mínimos anuales (desde los 147,99 dólares el 8 de febrero a los 265,42 del 6 de abril). Está ya en el top ten mundial de fabricantes por capitalización, solo superada por GM y Ford en EE.UU. Pero las acciones han vuelto a bajar en los últimos días, afectadas por el anuncio de que la compañía necesita más fondos para desarrollar su nuevo vehículo y construir una gran factoría de baterías. El mercado también duda de la operación de fusión con la instaladora de paneles solares, Solar City, también muy endeduada. La acción de Tesla cerró el viernes por debajo de los 200 dólares, después de un verano en el que siempre rondó en torno a los 220.

Además, Musk ha incumplido muchos de sus proyectos, comprometiendo su credibilidad. Según un estudio de The Wall Street Journal, en los últimos cinco años veinte de los planes lanzados por el visionario emprendedor quedaron en papel mojado.

Una industria «dura»

Marc Sachon, profesor de dirección de producción, tecnología y operaciones del IESE, cree que la presentación de la nueva versión del Model S «es marketing». En su opinión, la marca creada por Elon Musk «es el resultado de mezclar la cultura de startups de Silicon Valley -mucha promesa para crecer rápido y ganar cuota de mercado-, con una industria tradicional y muy antigua, donde hay que invertir mucho dinero y con una tradición de alta fiabilidad. Al final es mucho más exigente montar f´ábricas y producir coches de alta caldidad que programar software». «Ademas -explica el profesor Sachon- la empresa tiene cada vez menos laureles anticipados porque los medios de comunicación se han dado cuenta de que hay una larga historia de hacer promesas y no cumplirlas. La industria de automoción es la más dura, compleja y sofisticada del mundo. Por eso lo mejor sería buscar un nuevo CEO». Está «convencido» de que Tesla «fracasará antes de 2023; lo comprará un fabricante de coches, o limitará su negocio a la venta de baterias». «Su modelo no es sostenible. Pero va a formar parte de la historia del sector de automoción, por su disrupción. Es el gran logro de Musk, en el fondo más visionario que otra cosa».

¿El futuro será del coche eléctrico? Sachon introduce matices: «Genera mucha carga medioambiental tanto en su producción como en su reciclaje, sobre todo por las baterias, pero poco en su uso. El coche diesel genera menos carga medioambiental en su producción y reciclaje, pero un poco más en su uso». Así que calcula como «muy probable que dentro de 10 años más del 10% de los coches que se vendan en ciudades grandes serán eléctricos, pero muy pequeños».

Jaime Díez, account manager de X-Trade Brokers, cree que «la demanda de los modelos sigue siendo muy positiva y aunque los últimos resultados mostraron pérdidas superiores a lo esperado, hay que destacar el incremento de los ingresos así como las inversiones para incrementar sus plantas de producción que puedan satisfacer la elevada demanda».

Promesas, sí. Pero…

El analista de XTB valora de Tesla que mantenga «una fuerte apuesta por todo aquello que pueda suponer un cambio en el paradigma energético, como es el tanteo actual sobre empresas de energía solar». Pero, «en el plano negativo estamos ante una empresa en pérdidas. El futuro es muy prometedor pero no deja de ser eso, una promesa y un futuro». Así, «deberíamos tener presente que la industria automovilística sigue teniendo una fuerte necesidad de inversión en capital lo que es fácil que derive en un sobredimensionamiento de compleja reestructuración en el caso de que la competencia sea más fuerte de lo esperado o simplemente el consumidor no se decante por tu producto».

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